¡Al agua! Nos vamos de rafting al río Gállego…
¿Sabes nadar? Entonces presta mucha atención a las instrucciones de los guías de rafting, ellos son los expertos, ellos son los encargados de que esta actividad sea una actividad de aventura en vez de un deporte de riesgo.
Nos reunimos en grupo, enfatizamos en que somos un equipo, en que todos trabajaremos para todos, y en que las pautas e instrucciones de seguridad son las máximas a seguir en cada momento… Sabiendo esto, toca disfrutar, toca sumergirnos en un entorno único, ver desde bien abajo la belleza del barranco, la tranquilidad del medio natural, y la inmensidad de los Mallos de Riglos en pleno Reino de los Mallos. Disfrutar del contacto pleno con la naturaleza, con los elementos, el sentir el agua llegada desde el Valle de Tena en nuestro rostro, y ver que poco a poco vamos superando tramos del río, y que lo hacemos con la seguridad que nos da el vernos respaldados por unos guías que acumulan años y años de experiencia y cuyas únicas prioridades son la seguridad, y el disfrute de los clientes.
La experiencia no deja impasible a nadie. Irá de menos a más, de los nervios por lo desconocido al disfrute por la sensación que nos aportan los elementos. El sentir que esta es una forma perfecta de romper con la rutina, de sentirnos en plena naturaleza, y el ver como poco a poco vamos cogiendo confianza y con ella incrementando el disfrute es sin duda una experiencia más que recomendable para todos aquellos amantes de la naturaleza, del deporte y de los paisajes.
A mitad de recorrido y en uno de esos tramos de aguas tranquilas nos indican que podemos bañarnos en el río, esto suma… bañarnos en un río del Pirineo sabiéndonos seguros por la confianza de los guías es un extra a esta experiencia. Desde sus aguas, y flotando gracias a los chalecos que llevamos todos, vemos allá en lo alto un pequeño trenecito atravesando las montañas… ¡Es el canfranero! Sin duda un aliciente más al viaje, esa linea ferroviaria que conecta el llano con las altas montañas del Pirineo nos susurra en su pasar que sigue ahí, que sigue viva…
Y poco después, y superado algún que otro rápido, llegamos ya a las aguas más tranquilas de la playa de Murillo de Gállego. Ponemos así fin a una mañana muy completa, a casi 3 horas de experiencia con el rafting, de las cuales, prácticamente la mitad del tiempo lo habremos pasado en el río, si bien la otra mitad se dedica más a entender qué vamos a hacer, y qué precauciones debemos tomar.
¿Quién puede hacerlo? Prácticamente cualquier persona que sepa nadar, y no tenga limitaciones físicas importantes, en cualquier caso y sea cual sea el caso, siempre consultar y asesoraros. Y si os animáis a contratar, ¡no dudéis en contactarnos!
Rafting familiar
¿Os apetece hacer un rafting? Acceder al siguiente formulario, y podréis apuntaros.
Paquete aventura en el Reino de los Mallos
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