LA LEYENDA DE LA CASA AZUL
Ainsss el amor… Visitamos una de esas joyas de nuestro Aragón, Albarracín, y nos topamos con una nueva historia de amor, en esta ocasión, preciosa.
Y es que en un pueblo de colores ocres, marrones, y rojizos, llama muchísimo la atención «la casa azul». Según cuenta la leyenda, historia quizás… En el siglo XVIII la familia Navarro de Arzuriaga era una de las más poderosas de la villa. Un apuesto joven de esta familia, en uno de sus viajes, quedó totalmente enamorado de una bella joven andaluza. Tal fue la magia entre ambos jóvenes, que ella acabo llegando a Albarracín para emprender una nueva vida junto a su amado.
Pero la añoranza por su Andalucía era mayúscula, pese a tener todo lo que podía necesitar, y vivir en una casona que era la envidia de todo el pueblo.
Así pues, el valiente y apuesto joven puso todo su empeño en hacer que su amada se sintiese como en casa, y decidió pintar la casa de ese azul, añil tan andaluz. Aparte, en el interior de la casa puso también un patio andaluz, y así, la bella joven, no solo recibió una muestra de amor mayúscula, sino que encontró en medio de Albarracín una pequeña Andalucía.