Cuando el río Ebro crece…

Cuando el río Ebro muchos pueblos de la ribera ven de cerca el drama sobre sus tierras, sus casas… 

Y es que hablamos de un río de crecidas que ha sido intervenido en diversos tramos por el ser humano, y ahora quizás requiera ciertas intervenciones. Esto es lo que se reclama desde los municipios que colindan con el río Ebro, y que ven como el cauce del agua, sumado a una gran cantidad de residuos naturales que yacen en sus fondos, hacen que cada crecida sea peor que la anterior, pese a que los caudales de una u otra sean prácticamente iguales…

El hecho de que haya o no un trasvase, nunca solucionaría los desbordamientos de agua en la ribera alta del Ebro, ya que el planteado trasvase se haría aguas abajo.


Cuando el río Ebro crece, nos olvidamos de las fuertes sequías que azotan estas tierras durante la mayor parte del año…

Monegros, esto también es Aragón.
Monegros, esto también es Aragón.

Y es que Aragón es tierra de contrastes, y el río Ebro es un río de crecidas… Al igual que el Nilo en Egipto, ambos han ido creando un espectacular delta en su desembocadura, señal inequívoca de cómo funciona el caudal de estos ríos, los cuales pasan de caudales muy bajos en épocas secas, a grandes caudales en épocas de lluvias y deshielos. Siempre ha sido así, y por el bien del planeta, nos conviene que siempre siga siendo así, ya que esos deltas son ecosistemas muy frágiles, y escasísimos, que necesitan ese aporte periódico de agua dulce. Esto será señal de que el planeta sigue vivo. 

 


Cuando el río Ebro crece, comenzamos a escuchar la palabra «insolidarios»…

Pese a que Zaragoza es una de las ciudades que menos lluvia recibe durante todo el año según muestra este gráfico de esta web meteorológica, se tiende a pensar que todo Aragón es una región bañada en agua, cuyos ríos emanan inmensas cantidades de agua, y es la insolidaridad de los aragoneses lo que impide que esta se distribuya.

Precipitación anual media en Capitales Españolas

Nada más alejado de la realidad. En Zaragoza las precipitaciones anuales apenas superan los 300 litros por metro cuadrado, sus temperaturas son extremas tanto en verano como en invierno, siendo su amplitud térmica entre los 44º positivos en verano, y los 5º o 6º bajo cero en invierno, una de las más extremas del país. A ello se le suma la existencia del Cierzo, viento que sopla más de 300 días al año, y si bien es cierto que tiene muchos beneficios, también es cierto que actua como una gran maquinaria de secado, secando en muchas ocasiones la poca lluvia caida.

Por otro lado, son numerosos los municipios de las provincias de Teruel y Zaragoza donde existen restricciones de agua cada verano, y en las últimas décadas son muchos también los municipios de Pirineo y prePirineo que se ven afectados por estas restricciones. El agua es un bien escaso, y el cómo gestionarla es obligación de todos.


Cuando el río Ebro crece se reabre el debate del trasvase…

Pese a que entre las provincias de Murcia y Alicante existen 58 campos de golf, y en la suma de las 3 provincias aragonesas apenas suman 10 campos de golf. Pese a que los grandes pelotazos urbanísticos de este país se han desarrollado en el Levante, cuando en Aragón han existido y existen grandes movimientos que impiden o tratan de impedir que estos se lleven a cabo, y pese a que Aragón cuenta con una gran extensión de cultivos de secano basados en el olivo, el almendro o el cereal de secano, apostando así por un desarrollo sostenible.

Por otro lado la etiqueta de antitrasvasista no es tan sencilla de asignar. Para poder explicar esto rápidamente nos referiremos a una película, «Braveheart«, dónde después de verla nos damos cuenta de que la historia no es tan sencilla como Inglaterra contra Escocia, sino que existen muchísimos intereses internos en ambas partes, luchas de clanes, familias, linajes, etc.

Campo de Daroca, esto también es Aragón.
Campo de Daroca, esto también es Aragón.

Aquí sucedería algo parecido, en Aragón hay una gran oposición a un posible trasvase del Ebro, pero internamente existen innumerables luchas las cuales se podrían resumir en que existe un sector de la agricultura que apuesta por una mayor inversión en regadíos en sus tierras de secano, y para quienes el realizar un trasvase sería una gran limitación a sus aspiraciones. Pero otro otro lado existen un movimiento cada vez más creciente, de calado ecologista, quienes entienden que los ríos están cada vez más amenazados y quienes aspiran a un planeta con ríos vivos, afectados lo más mínimo por la intervención del ser humano. Este mismo movimiento a su vez está enfrentado a los distintos grupos de regantes por guerras internas como el proyecto (anulado por la Audiencia Nacional) del embalse de Biscarrués, el cual afectaría a una zona de un altísimo valor ecológico y medioambiental. Y por último tendríamos una gran parte de la población de algunas áreas que viven gracias a un turismo sostenible basado en los deportes de río, como el raftíng, el hidrospeed o el barranquismo, deportes que no serían posibles si se llevasen a cabo ciertas obras de ingeniería en el cauce de estos ríos.


Por lo tanto, cuando el río Ebro crece, sólo queda acordarnos de los afectados, y que toda nuestra solidaridad sea para con ellos…

Por Viajar por Aragón