CONFIN_ARTE: Alfonso Ortiz

Alfonso Ortiz Remacha (Zaragoza 1969), nieto e hijo de artistas (Pablo Remacha y Cristina Remacha), estudió en la escuela de artes y oficios, en su antigua sede de la Plaza de los Sitios de Zaragoza. Los hermanos Albareda, Martínez Lafuente, Cano y Pascual Blanco fueron algunos de sus profesores. Compaginó sus estudios de arte con los de filología hispánica en la Universidad de Zaragoza. El encuentro con la literatura y las nuevas corrientes poéticas le hicieron descubrir nuevos mundos de inspiración.

Su inclinación profesional por el diseño gráfico le llevó a ser becado en 1993 por el Cadi (Centro aragonés de diseño industrial) para completar estudios en aplicaciones de identidad corporativa y packaging. En 2002 obtuvo el Máster en Dirección de Marketing GESCO por ESIC. Aunque su vida profesional esté sumergida en el devorador mundo de las empresas y la imagen corporativa, nunca ha traicionado su vocación artística.

El año pasado Alfonso realizó la exposición «Ónfalo, el obligo del mundo» en la galería «Pilar Ginés» de Zaragoza. También expuso en Huesca y participó en el art show festival de Barcelona. El confinamiento sorprendió a este escultor zaragozano en Jaraba y nos cuenta su visión sobre la pandemia y el confinamiento.

Alfonso Ortiz Remacha.

La entrevista:

1.- ¿Qué ha supuesto para ti personal y profesionalmente la crisis sanitaria del covid 19 y sus consecuencias?

El estado de alarma me sorprendió en Jaraba disfrutando de las aguas en una escapada. El personal del hotel no tenía claro qué había que hacer por lo contradictorio de las normas y el director nos invitó a abandonar el balneario porque se iba a cerrar de inmediato. La vuelta a Zaragoza estuvo inmersa como en un sueño apocalíptico, no había prácticamente tráfico en la carretera y hasta el paisaje tan bello del entorno parecía surrealista. La emisión por la radio de las normas del estado de alarma coincidió con la imagen de preguerra de colas de gente cargando los coches con carritos de compra, llenos hasta arriba, en los hipermercados a la entrada de la ciudad. Llamé a mi madre y a mis hermanos para saber cómo estaban. con la angustia de tener a un sobrino estudiando un curso de bachiller en Estados Unidos y que tenía que regresar, donde el rechazo al extranjero era cada vez mayor y los billetes de avión para Europa iban desapareciendo. Todos estos hechos eran indicios de la hecatombe social y económica que se nos venía encima. En la agencia de comunicación y relaciones públicas donde trabajo nos hemos tenido que reinventar. La crisis pilló a las chicas que trabajan conmigo en sus pueblos y ahora teletrabajan desde sus casas. Muchas ferias y eventos se han cancelado. Sinceramente va a ser todo muy difícil pero también y más allá de la aceleración de una serie cambios que van a producirse, subrayaría la oportunidad que la situación nos está brindando para reflexionar, recordar o reenfocar el propósito que hemos decidido tener, enfocarnos bien sobre de qué manera somos significativos, relevantes y creamos valor, como individuos o como empresas. Esta es la mejor brújula para tomar las decisiones y avanzar. Esta reflexión sirve también para mi proyección como artista.

2.- ¿Cómo has pasado el confinamiento? ¿Ha influido esta situación en tu proceso creativo?

Me he sentido el príncipe del universo en mi cáscara de nuez, como diría Hamlet. El creador necesita soledad y concentración. En mi caso no ha cambiado mucho mi vida, eso sí, me ha pillado sin apenas material. Suelo usar plastilinas profesionales, resinas y siliconas que compro por internet a unas tiendas de bellas artes en Barcelona que precisamente se quedaron sin suministro, en Zaragoza no hay comercios tan especializados. He leído mucho, y me he reencontrado con los maestros Rodin, Kolbe, Bourdelle y las tendencias contemporáneas, visitado páginas de artistas y galerías y he tenido una perspectiva sobre lo que se hace. También he dibujado mucho que es la base de todo arte. Por la noche he disfrutado del silencio y de un cielo limpísimo. Tengo un pequeño telescopio y me encanta ver las estrellas. Por cierto, ha habido mucho tráfico espacial estas noches. También he aprovechado para hacer limpieza del estudio. He tirado un montón de cosas acumuladas de años que realmente ya no me servían. Saqué más de cuatro bolsas XL de basura y encontré palillos de modelar y escoplos que creía perdidos. Podía decir que he mudado de piel.

3.- ¿El teletrabajo es un método al que muchas personas se han tenido que adaptar, a menudo, sin conseguirlo. ¿Qué piensas sobre este modo de trabajo al que nos hemos visto obligados?

Como he dicho antes, esta ha sido la única solución de las personas que trabajan conmigo y que han tenido que quedarse en sus pueblos, para administrar la comunidad online y gestionar algunas de las redes sociales de clientes.

No es lo más óptimo porque es una prueba de convivencia con la familia y las obligaciones de la casa y si tienes que cuidar además a los padres que son ya mayores o con alguna dolencia el estrés va a ser máximo. La aparente flexibilidad de horario en el teletrabajo y el ahorro en los desplazamientos va en detrimento de la perdida de identidad de la empresa, el aislamiento y la dificultad de la separación de lo profesional y lo personal.

Alfonso Ortiz Remacha.

4.- El año pasado realizaste una exposición en Huesca, otra en Zaragoza y en la Galería Aragón del show festival de Barcelona. A partir de ahora, ¿cómo crees que afectará la «nueva normalidad» a la vida de los museos y a las organización de las exposiciones?

En junio iba a tener una exposición en una galería de Madrid que se ha cancelado. Y para un artista, tener una exposición cerca te motiva mucho para trabajar. Esta exposición se retomará el año que viene, supongo. El impacto de esta crisis en los museos y por tanto en el turismo es devastador pero también un desafío porque quizá hayamos tenido un modelo insostenible que se estaba agotando: las macroexposiciones. Las nuevas medidas de higiene y seguridad y de reducción de los visitantes con el distanciamiento social llevarán a otro modelo, más reducido e íntimo. En cuanto a las galerías, en Zaragoza por ejemplo, la desaparición de más de la mitad de ellas en estos últimos diez años es un ejemplo de que el apoyo de las instituciones a los que difunden el arte es nulo. Hace falta además una buena ley de mecenazgo. También es cierto que algunas salas de exposiciones públicas han engañado a los ciudadanos con muestras de gente que no tiene proyección, gastándose un dinero inútilmente y confundiendo a la gente porque pensaban que eso era arte.

5.- ¿En qué medida crees que se verá afectado el mundo de la cultura en esta crisis?

La cultura necesita de un esfuerzo para acercarse a ella. Quien quiera ahí la tiene siempre, en los libros e internet está todo. Solo hay que saber buscar. En España la cultura siempre ha estado en crisis. Ya lo decía nuestro premio Nobel Santiago Ramón y Cajal El problema de España es un problema de cultura. Empecemos por los planes de estudio ¡pero si van a hacer optativas las matemáticas en bachiller! Quien no conozca la historia de las religiones o de la mitología nunca podrá interpretar por ejemplo un cuadro donde una princesa está encerrada en una cueva y cae una lluvia de oro que la deja embarazada. Además, ninguna manifestación cultural provoca tanto rechazo en la gente como el arte contemporáneo, que a veces es algo más que una travesura y un fraude que genera espectáculo y merece una mirada más profunda  y madura que no hay ahora por parte del público. En el campo de las artes escénicas el impacto es brutal. Teatros, cines y festivales aplazados, reducción de aforos. Creo que el gobierno ha hecho un compromiso de mantenimiento del empleo pero debe de haber muchas lagunas aun sin resolver. Urge la necesidad de que las instituciones culturales asuman su liderazgo en el sector de la cultura, que no haya gestores con sesgos políticos y de gustos personales y una buena ley de mecenazgo y patrocinios.

6.- ¿Piensas que ya estamos preparados para la desescalda en nuestro país?

En algún momento hay que hacerlo. Pero si no hay medidas y un plan que garantice la seguridad y la gente no respeta las medidas, todo contribuirá a que haya nuevos infectados y las cosas se vuelvan peor en invierno. También se corre el peligro de ir demasiado deprisa en crear una vacuna que no funcione. Habría que añadir el conflicto emocional del que salimos que está creando miedos e incertidumbres que se proyectan en esa agresividad latente que ya hay en el seno de la sociedad.

7.- ¿Cuál crees que es el orígen del covid19?

El ser humano ha hecho del planeta un infierno para los animales. Algunas explotaciones ganaderas y agrícolas son auténticas heridas en la sostenibilidad de la naturaleza. Las imágenes de los mercados chinos con los animales exóticos aun vivos, aterrorizados por lo que estaban a punto de pasar no es solo el foco de la epidemia. La naturaleza tiene que defenderse de nosotros. Aparte de todo esto, hay maniobras de ocultación donde es difícil saber la verdad. Hay incógnitas que nadie explica.

8.- Parece que el ser humano, quedándose en casa, ha dado un respiro al planeta. El impacto fue tal que pudimos ver el cielo de Madrid azul o las aguas de Venecia transparentes. ¿Cómo crees que deberíamos reaccionar al respecto?

La cantidad de basura que genera el ser humano es impresionante. Hace poco descubrí que lo primero que pisó la luna minutos antes de hacerlo Neil Armstrong fue una bolsa de basura con los residuos de los astronautas. Esta crisis nos tiene que hacer repensar el modelo de vida. Son momentos muy especiales para la humanidad y esta es una oportunidad para cambiar y evolucionar. El plomo que hay dentro de nosotros tiene que transmutarse en oro.


Una entrevista realizada por Marcos Callau Vicente (Zaragoza) para la sección CONFIN_ARTE quien reune una amplisima experiencia como organizador y comisario de exposiciones artísticas, y cuya labor está principalmente vinculada al Ateneo Jaqués.

Así explicaba Marcos Callau en Onda Cero Radio para Lourdes Funes en que consiste Confin_Arte (confinamiento con arte): AUDIO