El Compromiso de Caspe

Corren tiempos inciertos en nuestras democracias, y vemos a diario como los grandes partidos políticos se ven obligados a pactar, y en la tesitura de que al no poder encontrar mayorías absolutas sus programas políticos no pueden ser ejecutados al 100%.

Pero el tema del pacto, del consenso, no es exclusivo de las democracias, aunque si que sea un acto democrático. En la Alta Edad Media, en Aragón, se dió uno de los primeros actos democráticos dentro de la dureza y las imposiciones tan características del medievo.

Corría el año 1410, cuando Martín I «el humano», Rey de Aragón, fallecía. Su muerte, a diferencia de lo que suele ser habitual en las monarquías, no dejaba una descendencia definida ya que exactamente un año antes de su muerte, había fallecido su único hijo legítimo, Martín «el jóven», por lo que todo hacía indicar a un gran choque de intereses entre los distintos candidatos y sus territorios…

Pero para sorpresa de muchos, se impuso la cordura, el diálogo y las bases sobre las que se asentaba la Corona de Aragón. Así pues en el año 1412, se reunirían con la intención de nombrar el sucesor del trono, 3 representantes del Reino de Aragón, 3 representantes del Reino de Valencia y 3 representantes de los Condados Catalanes.

El elegido sería Fernando de Antequera, miembro de los Trastámara y regente del reino de Castilla, quien pasaría a ser Fernando I de Aragón, quien fuese abuelo de Fernando el Católico.